Siempre supe que llegaría lejos en la vida, y bien lejos he llegado, pues he recorrido más de 3.000 kilómetros en mi flamante coche hasta llegar a Espoo. Una enorme ciudad muy cercana a la Capital de Finlandia, Helsinki.
En principio este Blog nace con la idea de hablarles de la ciudad en la que vivo, de las costumbres finlandesas, de la cultura, mis vivencias, experiencias..., también colgaré poemas que escribo, reflexiones y pensamientos.
Al ser este mi primer escrito, quería hablarles un poco de mi. ¿Qué podría decir mi? Supongo que podría decir la verdad. Como que soy un niño que vive en el cuerpo de un hombre, un alma inquieta que siempre ha querido vivir fuera de España.
Como muchos, una de las cosas que más me llamo la atención antes de llegar fueron las famosas auroras boreales. Nunca he visto ninguna, exceptuando en fotografías y en la película de "Hermano oso" de Disney, aunque supongo que no cuentan. Aun así, no pierdo la esperanza de viajar algún día al Norte de Finlandia a la caza de auroras. La gente piensa que desde cualquiera parte de Finlandia se pueden ver auroras, y a cualquier hora. Si así fuera, no estaría yo negándolo.
Una de las preguntas que más me hecho a mí mismo y todavía no he encontrado respuesta, es la siguiente. ¿Porqué Finlandia se llama así? Si en finlandés es Suomi, en español es Finlandia. Este país no se encuentra en el final del mundo, ni si quiera en el final de Europa, pues tenemos Rusia al lado. Y "landia" me suena un poco yanqui si me apuráis. "Suo" viene a significar algo así como terreno pantanoso, y "maa" es país. Es decir, que Suomi significa país pantanoso, nada que ver como nos referimos al país en español. Por cierto, ¡Finlandia tiene más de 180.000 lagos! Es decir tiene más lagos que canales tiene Holanda.
El 70% de la superficie de Suomi son bosques, como diría mi querida profesora de Historia, aquí una ardilla si que puede atravesar el país de punta a punta. En España es imposible hacerlo ahora.
Una cosa tengo clara, Finlandia es un país especial, por muchas cosas en general, pero sobre todo por la gran belleza que desprende la naturaleza. El cielo es algo más que celeste, y los prados son de un verde intenso honesto, un diluvio de colores que se clavan en la retina y se reproducen en tus sueños.
¡Largos días y gratas noches!
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